viernes, 27 de mayo de 2011

MOUSELAND

Thomas C. Douglas  fue un prominente político socialdemócrata canadiense que introdujo importante cambios sociales en su país, llegando a ser considerado el  “canadiense más grande”.  Una muestra de su carisma político la encontramos en este video que no por antiguo deja de tener plena vigencia.


                Es una descripción alegórica y crítica de nuestra sociedad, relatada en clave de humor, donde pone de manifiesto la miopía que padecemos la ciudadanía en general (ratones) que nos impide ver realmente los fallos de nuestro modelo  político y económico.
                Vivimos en la creencia de que gracias a la democracia que impera en nuestra sociedad somos dueños de nuestro destino y con nuestro sufragio ponemos o quitamos a los cargos públicos que rigen la vida de los ciudadanos, en función de su mayor o menor acierto.
                Pero esto es solo un espejismo. Cuando el partido de “los gatos negros” no da satisfacción a nuestras necesidades y su labor legisladora no hace sino indignarnos (palabra muy de actualidad en La Puerta del Sol), votamos al partido de “los gatos blancos”. Estos promulgaran nuevas leyes, con nomenclatura y conceptos diferentes, pero en la misma dirección, conduciéndonos de nuevo al hartazgo y el malestar inicial. Da igual “blancos”, “negros”, “grises” o “con manchas”, en un mundo cada vez más global, las ideologías tradicionales se difuminan de tal manera que no se distinguen unas de otras si no es a nivel teórico, porque en plano práctico las consecuencias  son semejantes indistintamente de la ideología.
                Diariamente los periódicos o los informativos nos cuentan de qué forma, conceptos tan ambiguos como “los mercados” reaccionan positiva o negativamente ante algún hecho ocurrido en el otro extremo del planeta.  No menos importante es que Agencias de Calificación de gran prestigio internacional, suban o bajen la calificación de deuda soberana de un país con las consecuencias que ello reporta al mismo y por extensión a sus ciudadanos.  Las mismas que no supieron pronosticar la actual crisis económica, ¿falta de pericia o manipulación mal intencionada? Otra gran incógnita es la que se plantea  al intentar comprender como los grandes bancos, responsables de manera importante de la crisis y beneficiarios de excepción de planes de rescate, siguen obteniendo pingües beneficios y repartiendo escandalosos ”bonus” entre sus altos ejecutivos.
                Estos son los auténticos “gatos gordos” de nuestra historia. A estos son a los que sirven los otros gatos, negros o blancos ¿que más da?, que alternándose en el poder no hacen sino perpetuar el actual modelo económico y social que hace “engordar” a la oligarquía que actualmente manda en un mundo cada vez más pequeño y globalizado.  Estos son los tecnócratas que cuando alguien se atreve a cuestionarlos  o proponer  cambios reales se apresuran a tacharlo de “comunista”, subversivo o visionario, por lo que merece ser proscrito, para  así eternizar su dominio.

BIBLIOGRAFÍA

No hay comentarios:

Publicar un comentario